domingo, 4 de abril de 2010

BAJO SU MIRADA (Lucas 24:1-11).

Una reflexión sobre el cuidado que debemos tener en nuestras vidas porque Jesucristo vivo nos ve.

Por Pastor Elías Balam.

Iglesia Presbiteriana "Dios Con Nosotros" de la ciudad de Mérida, Yucatán.

 

Domingo 03 de abril de 2010.

 

Lucas 24:1-11

(1) El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron al sepulcro, llevando las especias aromáticas que habían preparado.

(2) Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro

(3) y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

(4) Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes.

(5) Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron: --¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive?

(6) No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea:

(7) Él Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.'

(8) Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús.

(9) Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás.

(10) Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y las demás que las acompañaban.

(11) Pero a los discípulos el relato les pareció una tontería, así que no les creyeron.

 

Después de predicar en un breve culto fúnebre en un cementerio, un pastor se dirigía hacia la puerta de salida, cuando corriendo le alcanzó una hermosa niña de 11 años, saltando sobre lápidas y pequeñas plantas.

Al encontrarse con el pastor y entablar conversación con él, éste le dijo: - Pero, niña, ¿qué no te asusta el venir corriendo sobre tantas tumbas? ¿No te da miedo el saber que te abres paso por sobre los sepulcros de tantos muertos?

Ella respondió: - ¡¿Asustarme yo?! ¿Ve aquella casa blanca al otro lado de la calle del cementerio?
- Si – dijo el pastor.
- Pues esa es mi casa; yo sólo voy aquí en viaje a mi hogar.

¿Por qué hemos de asustarnos nosotros los cristianos por las cosas terribles de esta vida? Nosotros vamos solamente pasando, pues nuestro viaje es hacia nuestro hogar celestial, al otro lado de la muerte.

Dime amigo, ¿Por qué estás muy desatinado con las enseñanzas de Jesús? ¿Puedes hoy relacionarte más con las implicaciones de la resurrección de Jesucristo?    

Yo quiero invitarte a que estés a tono con las preciosas verdades del evangelio a fin de que te relaciones con Jesucristo.

¿Qué debo hacer para estar a tono con las enseñanzas de Jesús?

 

Hay dos exhortaciones que podemos observar aquí en este pasaje.

 

  1. Profundiza en el evangelio.

    Profundizar en el evangelio es estar actualizado con cada detalle para cada aspecto de la vida.

    Cada vez que me conecto a Internet para ver los correos de mis contactos, aparecen ciertas clases de actualizaciones; cada vez que quiero llevar mi coche para su mantenimiento, prefiero llevarlo con un mecánico que se preocupa por saber los últimos detalles según el modelo del vehículo; o como cuando una persona va a viajar como en estos tiempos de vacaciones hacia un nuevo lugar, siempre lleva consigo alguna otra clase de mapa donde aparezcan las nuevas carreteras.

    Es necesario estar en un conocimiento especial del evangelio a fin de estar en sintonía con Dios.

    La Biblia dice en el v. (4) Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes.

     

    Esta forma de proceder de las mujeres, nos muestra por lo menos dos errores: tradiciones y falsos conceptos.

    Las mujeres estaban pensando detalles muy desatinadas con las enseñanzas de Jesús.

    1. Porque estaban pensando de acuerdo a sus propias tradiciones. Ellas llevaban perfumes para ungir el cuerpo muerto de Jesucristo.
    2. Porque estaban pensando de acuerdo a sus propias conclusiones. Pensaban que cosas extrañas son estas, estando ausentes así las enseñanzas de Jesús que al tercer día se levantaría de entre los muertos.

      ¿De alguna manera así actuamos? ¿Llevados por doquiera por tradiciones, costumbres, cultura, gustos?

      Por eso es sumamente de importancia profundizar en el evangelio a detalle sobre cada palabra, sobre cada enseñanza, sobre cada doctrina, etc., de Jesucristo.

      Entonces como hemos visto, es necesario profundizar en el Evangelio. A continuación hablaremos un poco sobre la segunda exhortación.

  1. Propaga el evangelio.

    Propagar el evangelio es poner en tu lengua a diario el contenido del evangelio por sobre cada acto.

     

    Por ejemplo, en cada esquina hay gente repartiendo volantes sobre algún tema de interés; la Televisión libre se sostiene de los pagos de los comerciales; cada anuncio en alguna fachada, barda o letrero, está procurando comunicar algo.

     

    La Escritura dice: "Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás" (v.9).

     

    Las mujeres estaban conversando detalles muy relacionados con las novedades sobre Jesús.

     

    Esto nos demuestra el cambio profundo que hay en las personas a raíz de un encuentro con Jesús resucitado: conversan, pero también las desoyen.

     

    1. Ellas comenzaron a conversar las nuevas experiencias. Experiencias que arrancan con fuerzas y que no se ha detenido hasta el día de hoy.
    2. Ellas comenzaron a resentir las nuevas interpretaciones. Sin embargo, no todos son creyentes, pero esto no fue un motivo de desanimo para los primeros creyentes.

    Ahora, ¿Qué tal es esto de propagar el evangelio? ¿Es así en mi vida? ¿Mi lenguaje está adornado con preciosas verdades del evangelio? ¿Comunico esperanza? ¿Mi vida se identifica con quejas constantes?

    Observe la importancia de propagar el evangelio con tus palabras, con tus actos aunque no nos crean; se trata de conversar, se trata de contar sobre los sucesos eternos de Jesucristo.

    Antes de finalizar, pensemos un poco en las famosas pirámides egipcias, contienen los cuerpos momificados de los antiguos potentados egipcios.

    La Abadía de Westminster, en la ciudad de Londres, Inglaterra, es renombrada porque en ella descansan los restos de los nombres y notabilidades inglesas.

    El cementerio de Arlington en la ciudad de Washington, Distrito de Columbia, EE.UU. es reverenciado porque es el honroso lugar donde descansan los restos de muchos americanos prominentes.

    Entre la tumba de Cristo y estos lugares que se acaban de mencionar existe una diferencia tan grande como la que existe entre la noche y el día.

    Estos lugares son famosos y atraen visitantes de cerca y de lejos, por lo que contienen; mientras que la tumba de Cristo es famosa, por lo que NO CONTIENE.

    Estamos hoy día bajo su mirada porque Él vive.

    1Co 15:23 BLS (23) Cada uno resucitará a su debido tiempo: primero resucitará Cristo; después, cuando él vuelva, resucitarán los que creyeron en él.

    Dime si quieres junto conmigo, profundizar en su evangelio, y dime si quieres hoy, sin tardar demasiado, comenzar a propagar su Evangelio.

    Dios te guarde siempre en sus manos.

     

 

 

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